De la nada vengo, aquí estoy,
te encontré en el camino
y fui mejor persona de lo que soy.
Te quise, te quiero
y siempre que podía te situaba en mi podio,
pero desde que me fulminaste,
desde ese momento, te odio.
Odio el recuerdo de tu pelo, el de tu sonrisa,
el de tu dulce mirada recorriendo mi cuerpo
y hasta odio el olor que has dejado en mi camisa.
No quiero seguir aquí, no sin ti,
pero mi vida continúa y no puedo vivir así
Me consume tu existencia…
¿Por qué me has dejado aparcado en este sin vivir?
Me muevo en el vacío que has dejado,
sólo y sin zapatos atravieso este desierto de llanto
Me vestiste con amor
y ahora me escuece el sentimiento de por qué te quise tanto.
Ya no me quedan lágrimas dentro,
todas se han vertido en el incendio que aún trato de apagar
Maldigo el momento en que llegaste sonriendo
sin esperar que me ibas a matar.
No me busques, no me hables, no me pienses,
¿Crees que quiero seguir existiendo en tu mente?
¿Qué macabro juego es este?
Sal de aquí, tu sitio ya no te pertenece
Fuiste la joya que adornaba mi vida,
pero ahora no eres más que una ilusión vivida.
Aquí estoy, aquí me planto
Sin ti al lado,
pero con una espada de aliento desenvaino mi furioso canto.
Miro a la vida y sonrío
cuando recuerdo
que pudiste y no quisiste,
que piensas que no te convengo,
pero no temo nada, no tengo nada que perder,
pues de la nada vengo.